Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.

4 de diciembre de 2011

dime que me quieres.


Es un momento único perdido en el tiempo. Es ahora, es nunca, una mirada acompañada de mariposas en el estómago, un corazón que late deprisa, un beso al amanecer, y otros mil a medianoche. Una cara conocida entre la multitud, una sonrisa nerviosa, una buena mano jugando al Póker, un todo o nada. La cara buena de la moneda, pero también la mala. Una cama desecha, un poema a medio acabar y un cigarro a medio consumir. Es un nombre en la arena, un roce que estimula los sentidos. Un ataque de risa incontrolable. Un deseo soplando las velas. Un sueño inacabado por un despertador. Y mi mejor sensación cada mañana.

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