Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.
4 de julio de 2011
y esto ya no entraba en mis planes.
Y después de tanto pensar no he sabido mirar más allá de lo que tenía delante. Y ahora volvemos a ser dos extraños más. Nunca he querido perderte, y sé que me equivocado en muchas cosas y que nunca hago nada de lo que esperas que haga, que sabes mejor que yo que siempre acabo empeorando las cosas. Haciendo daño a los demás e incluso a mí misma. Acabo perdiendo siempre lo que no debería dejar perder. No quiero que te vayas, no quiero que desaparezcas más de por aquí. Quiero volverte a despertar con mensajes de buenos días, y que me despiertes a mi cada noche, con mensajes de dulces sueños, princesa. Que me cuentes lo mucho que te gusta su pelo, y que notes mis celos añadiendo comentarios de que “el mío es más liso”. Quiero que volvamos hacer planes de futuro, en McDonald’s o Burger King’s de por aquí, que visitemos el coliseo y quedemos para ir a miles de conciertos. Que cada día vuelvas a sorprenderme de forma diferente. Que me corrijas cada vez que me equivoque, en serio me gusta. Me gustaba saber que siempre ibas a estar ahí. Ya ves, soy una ilusa.
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