Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.
5 de julio de 2011
la vida se cuela por todas partes.
Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte, Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una calle recién pavimentada, suave y lisa. Una calle directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura sin demasiadas vueltas, mas empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida; las caídas y los triunfos que experimentamos crean la persona que somos. Inclusive se puede aprender de las malas experiencias, esas son las que con el tiempo nos van a ayudar a crecer. Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas porque van a dejar una huella seguramente.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón. Si alguien te ama, amalo tú también no por que él te ame sino porque te enseñó a amar. Hagamos que cada día cuente, apreciemos cada uno de los momentos además de siempre estar dispuestos a aprender porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de hacerlo.
Permitite enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Mantengamos nuestra cabeza en alto porque tenemos todo el derecho de hacerlo. Repitamos a nosotros mismos que somos personas magníficas e intentemos creerlo, si no creemos en nosotros mismos nadie más nos creerá tampoco
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