Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.

3 de junio de 2011

un clavo... ¿saca otro clavo?


-Se nota que le gustabas y que él a ti también y que aún te gusta...
+No. A él nunca le gusté, lo demostró... y yo... ya le olvidé.
-Anda, no me mientas, yo sé que si estamos los dos, hoy, aquí, es porque tú temes no olvidarle y buscas una salida.
+No... es que... yo... yo... no... no siento... nada.
-No tienes que mentirme.
+Lo siento.
-Los sentimientos no pueden cambiarse, pequeña, tranquila. Te juro que le olvidarás, si no es con mis besos, será con el tiempo o con otros.

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