Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.

1 de junio de 2011

¿Por qué, por qué, por qué...?

¿Por qué intentamos avanzar mirando de reojo lo que pudo ser?
¿Por qué las cosas que arreglamos al besarnos las rompemos con palabras?
¿Por qué si yo te digo adiós, el corazón me dice inténtalo otra vez?
¿Quién diablos sabe calcular bien la distancia que debemos mantener?

El corazón... es un alumno limitado que nunca aprende.
El corazón... siempre con la misma asignatura para septiembre...

¿Por qué es tan raro que el amor siempre resiste mucho más de lo que dura?
¿Por qué hacemos cosas que juramos que no llegaríamos a hacer?
¿Por qué si aún sientes lo de antes, tus ojos me dicen ya no me haces falta…?
¿Por qué si siento lo de siempre y no me atrevo a decirte quédate?
¿Por qué será que la felicidad ya nunca nos devuelve la llamada?

El corazón... que sale a caminar con los cordones desatados.
El corazón... serán los restos de un tal vez que no ha cicatrizado.
El corazón... parece ser que está empeñado en que lleguemos tarde.
El corazón… que ya está acostumbrado a caminar sobre un alambre...

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