Que si tengo una queja o un problema con alguien, me lo tengo que guardar, no contarlo, y ya después de mucha presión volver a llorar en silencio, si se me apetece.
No volver a querer a nadie, si es algo imposible... pero lo voy a intentar, darme un tiempo para mi, sin pensar en que nadie está a mí lado, tampoco es tan malo... ¿o si?
Volver a coger la guitarra, tengo el mono...
Empezar a dibujar de nuevo, que se me va a olvidar como se hacia.
Ver todas esas películas que me hacen llorar a moco tendido y comer helado a solas en la esquina de un sofá.
Lo peor de todo esto... es que ninguna de estas cosas las podré cumplir, como de costumbre. Y, querida amiga soledad, es verdad lo que me decías, tú eres la única que siempre me comprendió.
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