Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.

25 de abril de 2011

no soy perfecta ¿y qué?

Puede que no sea rubia, que no tenga ojos azules o claros, que no tenga tipazo, que no me guste el helado de vainilla o el marisco. Puede que no sepa bailar bien, que no tenga talento para la música, que no me guste la música clásica, es más me duerme; puede que sea desordenada y un desastre, que pierda las cosas y las encuentre cuando ya no me sirven. Que me caiga con regularidad o tropiece continuamente, que me tengan que vendar una mano por un accidente muy absurdo, que me altere la coca cola y puede que me ilusione demasiado. Puede que le de demasiada importancia a cosas absurdas, que me guste que me besuqueen, puede que deteste la ensalada o adore la sopa. Puede que siempre se me olvide como se juega al póquer, o que sea mala al ajedrez o a las damas; puede que sea una cantosa, que grite al hablar y encima lo haga rápido. Puede que no tenga buena letra, que sea mala con las mates y la física, que odie los números y que necesite los dedos para sumar 7 y 13. Puede que no me sepa el número de mi móvil, o del tuyo, y que no sepa poner los acentos en francés; puede que lleve gafas y puede que no sea perfecta. ¿Y qué? ¿quién lo es?


 Soy feliz, y con eso me sobra.

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