Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.
24 de enero de 2012
Dear Tinkerbell.
Querida yo de 15 años:
Aquí estoy. Jamás creíste que llegarías a los veinte, ¿cierto? Porque, ¿cuántas veces pensaste en abandonar, en marcharte, en cruzar al otro lado? ¿Cuántas veces quisiste hacerlo pero la cobardía no te lo permitió? Y seguiste rezando porque todo acabara, porque todo tenía que tener un fin justo cuando tú quisieras, pero no lo tuvo.
Nos han pasado muchas cosas en estos 5 años. Te has enamorado y te han herido en incontables ocasiones, pero aún hoy sigues creyendo y has encontrado a alguien que por fin te llena del todo ese hueco que te dejaron los otros al marchar y es casi como si fuera el primer día de tu vida, el primer día en que te enamoraste, aun que te quedara todo por aprender aun. Has perdido a amigos, pero hoy crees que tan sólo fue parte de la búsqueda de aquellos que eran los verdaderos. Te engañas porque es lo único que te hace sentirte bien y no culparte. Aún le echas de menos, aunque el tiempo no haya parado y su recuerdo cada día se vaya dispersando más en tu memoria... Pero tú sigues creyendo que van a regresar, que todavía sigue de viaje. Un viaje que normalmente duraría horas, ellos lo estan convirtiendo en años por hacerte enfurecer, simplemente.
Has llegado a una etapa de tú vida que no esperabas. No obstante, esta también es interesante, pero te sientes vacía. En tu familia los puntos muertos se han convertido en abismos. No se acuerdan de ti, ni tú de llamarlos. Porque sigues siendo la niña rebelde del pasado que se creía invencible pero todo el mundo puede hacer que tus lágrimas afloren. Eres fuerte, o eso crees, y cada día, de cada semana, de cada mes, de cada año, alguien te dice aquello que no quieres oír, o callan aquello que anhelas escuchar, o te olvidan, o se marchan. O, como sucede últimamente, todo a la vez.
¿Que si es todo más difícil? No especialmente, aunque sí diferente. Descubrirás que esa guitarra que ahora están muriendo entre el polvo en el rincón al lado de tu mesa de estudio, mañana se van a convertir en tus amantes, en tu puerta directa hacia los sueños. Tus males se verán pequeños, tu llanto se tornará sonrisa, incluso el más oscuro de tus días se iluminará y cobrará un sentido inesperado. Y tu voz que por entonces tú piensas que no vale nada, irá mejorando si la entrenas cada día con un toque de música hasta que llegue el momento, como me sucede a mí, que cada vez que algo te hiere, en silencio te meterás en tu cama cuando venga la noche, y cerrando fuertemente los ojos te cantes suave hasta dormirte.
No es la mejor vida del mundo, ya lo sé, pero igualmente merece la pena vivirla. Dentro de 5 años, si quieres, volvemos a hablar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario