Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.
18 de marzo de 2012
Can you remember?
Supongo que no queda nada más que decirnos que el silencio. Nada más que intentar que permanecer en vilo, mientras todo y poco a poco va cobijándose en las alcobas del ser, esperando pacientemente a que la tormenta cese y todo regrese a su curso normal.
Ahora nuestros caminos parecen estar claros y supongo que ha llegado la hora de despedirse, desear suerte y continuar con la vida que hemos elegido. Lo único que me queda por pedirte es que me recuerdes de algún modo, que de vez en cuando pienses en mí cuando algo te alegre el día y no sepas a quién contárselo. Sólo con saber que harás eso podré enfrentarme a todo. ¿Qué cómo sé que lo cumplirás? Dejémoslo en que es una intuición.
¿Sabes? Ahora, cuando todo ya ha pasado me pregunto por qué continué, por qué seguí creyendo que podía ser posible aun cuando me dije y me repetí mil veces que aquella sería la última vez, la última palabra, el último instante… Lo que intento decir es que si en todo momento fui consciente de mis posibilidades y aun así quise intentarlo es porque, simplemente, y aunque lo veas como una tontería…Quise verte sonreír.
Ya no tiene sentido, lo sé, pero ese era mi secreto. Pensé que te sentías solo, creí sentirme como una ayuda para ti, pero no me di cuenta de que verdaderamente lo único que querías era aferrarte al pasado. Ahora ya sí lo sé, pero a base de sufrimientos, llantos innecesarios y tiempo perdido. De cualquier modo, doy gracias por haberme dado cuenta, aunque tarde, de la verdad.
Lo único que queda es bueno… Meter todo cuanto se quería, todo cuanto se sentía en una maleta, dar un primer y último abrazo, y adiós. Gracias por existir, eso siempre.
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