Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.

4 de febrero de 2012

nada es imposible


Respiro tan hondo como me permiten mis pulmones. Paz, gracias a Él, entre otras muchas cosas. Todo ha cambiado para ambos, y ahora nos complementamos como si todo se resumiera en una cadena de acciones y repercusiones en la que los dos colaboramos por igual. Hay respeto y mucho entendimiento verdadero. Ni reproches, ni existe pasado. Es partir desde aquí, con confusiones, pero felices por la perspectiva que se nos presenta en este comienzo. Y, cómo no, amor. Lloverá pero nuestra fortaleza en compás simultáneo será el refugio perfecto para pasar por debajo sin mojarnos siquiera. También habrá enfados, o caras amargas, instantes de debilidad y pasos en falso, pero nosotros las contaremos como pruebas, o como anécdotas, nunca demasiado importantes como para dañarnos. Nada hoy existe en el mundo que sea capaz de romper, o incluso rozar maliciosamente nuestra coraza, la primera buena acción que hemos hecho.

Cada uno, y hablo de ti y de mí, hemos pasado por malos tragos a lo largo de lo que llevamos vivido, solos o en compañías, y sentíamos que no éramos escuchados por mucho que alzáramos la voz. Nadie se escucha, ni se quiere oír. Nadie se encuentra porque tampoco se quiere buscar. Sin embargo, en ti está el ejemplo palpable de que no todas las almas son igual de conformistas y vacías, sino que caminan, van vagando por el mundo, analizando cada movimiento y cada reacción para acoplar a su carácter nuevas capas de lecciones en las que no caer, o volver a recaer por diversión. Ahora hemos de dejar atrás el hastío que nos envolvió antaño y abrir de par en par los ventanales de nuestros cuerpos para que entre el oxígeno, la luz y la ilusión, todo aquello en lo que ayer no creíamos, que no imaginábamos que realmente existiera y que hoy, gracias a la respiración de UNA ÚNICA PERSONA, ha cobrado vida y ha articulado su primer deseo: Eternidad, desde aquel día, hasta el final del camino. ¿Qué hay más emocionante que eso? Otras personas piensan que el amar, el estar en consonancia con otra persona, son unas cadenas demasiado gruesas para pretender vivir una vida normal, haciendo todo lo que se desea, como y cuando se desea, dar explicaciones estúpidas, vetarse lugares y frecuencias...¡Ignorancia! No tiene por qué ser así si así no queremos que sea. Si predomina la confianza, como quiero pensar que es el caso, todo lo demás es posible de hacer, se puede ser libre siendo amada (o amado), se puede una (o uno) divertir si esa otra persona también se lo pasa bien (esté o no presente físicamente), y no siempre será así, sino que también habrá tristeza y momentos de ánimo mutuo. Como veis, todo es necesario.

La vida se resume en lo que nosotros queramos; amor, amistad, fiesta, riesgo, pesimismo, optimismo, solidaridad... Cada uno solidifica su sendero y sus pisadas en base a lo que desea, a lo que quiere ser. Yo he decidido que, por ahora y espero que por mucho tiempo, esta sea mi manera de ver y vivir la vida.

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