Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.

2 de octubre de 2011

Re(cuerdos)


Busca algo de sensatez bajo todas esas cajas que amontonas en el trastero. Busca algo que te haga perder el tiempo, que te haga olvidar todas esas cosas que nunca aprovechaste. Encuéntrate en cajas de hace diez años, lee libros viejos y sonríe al leer esas frases que subrayabas de color morado. Si quieres, abre alguna maleta, esas que nunca usaste, porque pasar más de dos noches fuera de casa nunca te ha gustado. Quien te viera ahora. ¿Ves? Tu cartera rosa fresa, tus pendientes gitana tipo Esmeralda de cuasimodo. Fotos, algún que otro peluche olvidado. Ese olor a viejo que te hace estornudar, mamá ahora te diría que te tomes las pastillas de la alergia. Tú de nuevo, con esas zapatillas nuevas, que el abuelo te aseguraba que con ellas serias la que más rápido corriese. A ti te brillaban los ojos. ¿Te has dado cuenta? Todas esas cosas siguen ahí, como tú las dejaste. Muchas a medio terminar, rotas o incluso olvidadas. Pero las tienes, nunca las vas a perder. Nunca. Créeme, son tuyos. Nadie te los puede quitar. Solo tienes que hacer memoria, recordar. No olvidar nunca lo que siempre te ha hecho sonreír. Porque siempre te hará sonreír un recuerdo pasajero. Una palabra de hace diez años recordada un lunes a las nueve de la mañana… te puede alegrar el día.



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