Me contaron una vez que hay personas que mienten tanto que acaban creyendo sus propias mentiras... Entonces pensé, que si sonreía tantas veces al día, tal vez acabaría creyéndome mi propia felicidad.
21 de noviembre de 2011
No es necesario hablar.
He leído en un articulo de internet, que cuando nos reímos utilizamos quince músculos de la cara. Aun que no nos demos cuenta quince músculos se mueven a la vez, el mismo artículo decía que cuando gritamos usamos trece músculos y que cuando vamos en bicicleta nueve. Al parecer cuando besamos a alguien es cuando más músculos movemos, treinta y cuatro músculos exactamente, el artículo no lo decía, pero existen muchas clases de besos....
Besos de pasión...
Besos de amistad...
Besos que no dicen nada y otros que lo dicen todo...
Por eso quizás un beso signifique tantas cosas, porque después de darlo, no es necesario hablar. Está dicho todo.
20 de noviembre de 2011
Rollazos de medianoche.
Los dones no se pierden, aun te deberá quedar algo de ello.
18 de noviembre de 2011
No me pienso alejar, por si se mueve
13 de noviembre de 2011
Vamos a jugar a ser felices.
Solo te pido algo... Si caigo, cae junto a mí, no me dejes sola en esto... Si no quieres caer, solo dilo, y sujétame fuerte para que yo no caiga en vano, para que yo no sufra otra vez... Me prometiste que serías el único que no me haría daño y para mí, esa promesa sigue en pie, espero que no la hayas olvidado...
No, tú no olvidas esa clase de cosas...
No te apartes de mi lado, no dejes de mirarme, de besarme ni siquiera de rozarme y cuando menos te lo esperes... Sí... Algo en mí susurrará... Muy bajito... Te quiero...
¿Serás capaz de escuchar la débil voz que escapa de mi corazón?
Espero, con ansias, que sea así.
7 de noviembre de 2011
se nos escapa la vida en un suspiro.
4 de noviembre de 2011
Ama, que para odiar nunca se te va a hacer muy tarde.
¿Alguna vez has estado tan enfadado que la rabia y la decepción no te dejan pensar en otra cosa? A mí me pasa eso hoy. La confianza es algo muy frágil, una vez ganada nos aporta una gran libertad, pero cuando la confianza se pierde es casi imposible recuperarla, aunque la verdad es que nunca se sabe en quién podemos confiar. Nuestros seres más queridos pueden traicionarnos y unos desconocidos pueden acudir en nuestro rescate. Al final la mayoría de la gente decide confiar sólo en sí misma, sin duda es la forma más sencilla de no quemarse jamás. Yo soy partidario de la idea de que alguien que te quiere no es capaz de hacerte daño, y si te lo hace, es un daño colateral, inspirado en ayudarte, como cuando alguien te hiere diciéndote una verdad que no quieres oir, pero al fin y al cabo, es una verdad, y la verdad siempre es mejor. Otra cosa es cuando te hieren porque sí, sin finalidad alguna, un golpe bajo, un golpe que no esperabas, un golpe que sobretodo no merecías... Ese tipo de detalles, son los que nos permiten diferenciar entre los que realmente nos quieren, de los que dicen querernos. Dicen que nunca terminas de conocer a una persona, y es cierto.
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